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¿Quién puede, sino la naturaleza, ponernos freno? No hay quien nos detenga, no ahora, que ya estamos arriba de este tren. Su destino: la Libertad. Pero, ¿qué es la libertad? No hay que confundir con libertinaje. La libertad conlleva responsabilidad. La libertad es vida, es amor, es lo que mueve a cada uno de nosotros. Es la que establece limites naturales, sanos y responsables. Es la que necesita de la conciencia para vivir. La que todo lo ve y todo lo entiende, porque lo razona, lo analiza y lo concluye. Es la mejor manera de vivir, porque el cuerpo lo pide y la mente lo necesita. Entonces dicho esto, creo que saben bien por qué somos una fuerza imparable, porque nuestro nombre significa libertad. Y junto con esta hay otras que vienen de la mano. Se llaman igualdad, respeto y amor, y por ellas nuestra lucha no es en vano. Nada puede detenernos, porque somos más que humanos, somos sentimiento personalizado.

Nuestros ojos han sido golpeados por la realidad, pero aún así los mantenemos abiertos, porque una vez que la realidad te golpea, nunca más los volves a cerrar. Y sonreimos, porque tenemos esperanza. Porque una sonrisa no es un simple gesto, es una señal. Señal de que creemos en la humanidad, creemos que los buenos sentimientos predominan sobre cualquier otra cosa. Sonreimos, porque buscamos revivir con nuestra sonrisa aquellos sentimientos que parecen haberse escondido en lo profundo de su ser. Buscamos su sensibilidad, su amor, su positividad, su respeto, porque desde el más rico hasta el más pobre, existe en sus corazones la esperanza. El cambio es posible, y el cambio empieza HOY. Se les acabó el tiempo, venimos por cada uno de ustedes. Porque estamos cansados de esperar. Hagan lo que deseen, pero háganlo YA. Si queremos un buen futuro, cambiemos el presente. Y no lo olviden: Sonrian, y el mundo sonreirá con ustedes.